Mostrando entradas con la etiqueta piscina. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta piscina. Mostrar todas las entradas

lunes, 7 de octubre de 2013

Recomendaciones para nadar mejor

No se debe llevar la cabeza erguida cuando se practique crol. Y es que si uno hace demasiado volumen, resultará con el cuello lastimado. Por lo anterior, lo mejor es nadar con el cuello bien estirado, el agua al nivel de la mitad de la cabeza, es decir, la coronilla. La mirada debe ir de reojo y luego hacia adelante. La cara, en cambio, debe estar orientada al fondo de la alberca. Siempre debemos acabar las brazadas que demos.

Es indistinto que nademos a espalda, a crol o a mariposa: hay que estirar los brazos a los costados lo más próximos que se puedan a los pies. En un inicio el tríceps se verá sobrecargado, pero en algunos días se hará patente como este músculo aumentará en su fuerza. Cuando uno nade en estilo crol, hay que dejar el hombro perfectamente en línea con el cuerpo, especialmente cuando se haga tracción con los brazos debajo del agua. Los hombros no deben de orientarse ni hacia adelante, ni hacia atrás, para evitar la ante-pulsión y la retro-pulsión. Así dejaremos de lado cualquier riesgo de lesiones en el tendón de la cabeza más grande del bíceps.

Otra recomendación pertinente es la de dar virajes en las paredes de la piscina lo más encogido posible, para así desarrollar desplazamientos a una mayor velocidad, puesto que el agua, de esa manera, ofrecerá una resistencia menor. Hay que acelerar las manos en el interior del agua, comenzando el recorrido de la mano a una escasa velocidad, buscando percibir en ella la mayor presión que se pueda lograr y paulatinamente acelerar el movimiento hasta llegar al final de la brazada, cuando la mano debe alcanzar su velocidad máxima.

Esta última recomendación es válida sin importar el estilo que se practique y la distancia que se recorra. Para quienes sean aficionados de corazón a este deporte náutico, deben de intentar limitarse a una competición o viaje de playa relevante cada 6 meses. Es más sencillo ponerse en forma una vez cada 6 meses que intentar hacer esto durante todo el año, de una manera insuficiente. Por lo demás, de este modo el entrenamiento será más soportable.

Un consejo siempre a tomar en cuenta es utilizar la ropa de playa o de natación más conveniente de acuerdo al lugar donde uno nade. También es indispensable trabajar la velocidad siempre que sea posible, aun cuando uno sea nadador especializado en distancias largas, o practicante del triatlón, para modificar el ritmo de nuestro nado al final de las competencias y para que el sistema nervioso no se quede adormecido, se debe trabajar la velocidad. Para este último propósito recomendamos entrenar cotidianamente de 100 a 200 metros en repeticiones de 10 a 25 metros con periodos de descanso de medio minuto a los 3 minutos.