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viernes, 1 de noviembre de 2013

Todo sobre la natación

El deporte de la natación ha ido aumentando en practicantes en años recientes, no solamente por los muchos beneficios para la salud que nos ofrece, sino además, por tratarse de una de las prácticas deportivas que se adapta de mejor manera a las características de cada individuo y edad. Es posible hallar desde cursos para la introducción a este deporte acuático para bebés, hasta gimnasia bajo el agua, para personas de mayor edad, pasando por clases de preparación para partos acuáticos o terapias especiales para personas con alguna dificultad mental. Como puede observarse, la natación es un deporte que no tiene barreras ni edad para ser practicado.

Ya sea que se trate de mariposa, crol, espalda o braza, se trata de estilos que se adaptan perfectamente a cada clase de persona y a sus requerimientos atléticos. Los beneficios más habituales de la natación se relacionan en primer lugar, con una mejoría de la resistencia cardiorrespiratoria, o bien una disminución de la frecuencia cardiaca y la asociada estimulación de la circulación de la sangre.

Por ejemplo, el crol es el estilo que más nos sirve para incrementar nuestra capacidad pulmonar. Y es que al demandarnos una mayor cantidad de oxígeno para el cuerpo, se eleva la producción de glóbulos rojos en el torrente sanguíneo, lo cual optimiza la circulación del oxígeno en la sangre y purifica los pulmones. Por otra parte, realizar unos cuantos largos diariamente, con el bikini o traje de baño que nos resulte más cómodo, mejora ostensiblemente nuestro estado de ánimo, por su capacidad para contrarrestar el estrés.

Por otra parte, nadar demanda que nuestro cuerpo use más de dos tercios de los músculos que incluye en cuerpo humano, al tonificarlos, fortalecerlos e inclusive para prevenir lesiones en las articulaciones, las cuales aparecen, con frecuencia, por cuestiones de edad. Es importante es este caso, que se nade en cada sesión de entrenamiento, por lo menos unos 20 minutos.

Otro de los aspectos más positivos de la natación, es que los niños que la practican aprenden, de manera natural, a utilizar una postura corporal adecuada. Imposible mencionar en tan pocos párrafos las muchas cosas positivas vinculadas a este deporte acuático: desde corregir problemas en la espalda hasta contribuir al desarrollo psicomotor. En este sentido, los estilos mariposa y braza, no son lo más recomendable para quienes padecen de dolores de espalda, puesto que sus efectos pueden ser hasta nocivo para quienes sufren de dolores lumbares.

Ahora bien, para practicar la natación se requiere del equipo conveniente. El conjunto más simple de prendas incluye bañador, sandalias, gorro y gafas. Sin embargo, algunas personas deberán utilizar pinzas para las fosas nasales y tapones para los oídos. Para ciertas prácticas bien específicas pueden ser necesarios algunos otros complementos, como tubo de apneas, prendas elaboradas con neopreno, palas para manejar con las manos, cronómetros y algunos otros más.

El sitio más recomendable para practicar la natación es una alberca, puesto que se trata de un entorno controlado, tanto en lo que se refiere a la seguridad como a la higiene. Por lo general se puede elegir entre albercas de 25 o 50 metros. Una piscina olímpica tiene 50 metros, aunque quizás, para quienes apenas estén iniciándose en este deporte acuático, lo mejor es practicar en una piscina de 25 metros. Una piscina de las dimensiones que les hemos comentado permite a los practicantes mayores lapsos para el descanso.
También es aconsejable practicar en aguas naturales como las que nos ofrece una laguna, un río o un lago. 

En tales casos, hay que considerar que la temperatura del agua no se encuentra climatizada, por lo cual es indispensable la utilización de prendas de neopreno, las cuales nos ayudan a conservar una buena temperatura corporal. Por supuesto, también es aconsejable revisar que el área natural donde se piense practicar la natación sea segura: jamás nadar contra la corriente y cuando existan señales de precaución, como banderas rojas, atender lo que nos aconsejan.

De entre las prendas de ropa y complementos más útiles para practicar la natación destacan las sandalias, que nos ayudan a evitar hongos y otras infecciones que se presentan en lugares con mucha humedad. De preferencia deben de ser de hule y con un dibujo antiderrapante. El traje de baño o bikini, que en el caso de los varones, no debe ser jamás del tipo de bermuda o muy holgados, puesto que generan más resistencia.

Los lentes o gafas de natación, deben de tener el tamaño correcto y estar fabricadas con materiales adecuados. En este caso los nadadores profesionales prefieren las elaboradas con policarbonato, puesto que son las de mayor ligereza, pero una estructura más rígida de lo conveniente. Los principiantes en la natación prefieren utilizar gafas de silicona y de hecho son las gafas más populares para quienes apenas se inician en los secretos de este deporte náutico.






lunes, 21 de octubre de 2013

Ropa deportiva y ropa de playa

La cuestión acerca su es posible diferenciar entre ropa deportiva y ropa de playa es en verdad interesante. Pensemos en lo que debe entenderse por ropa deportiva en general: se trata de un conjunto de prendas de diferentes diseños, que se orientan a la práctica de una actividad deportiva. Las características más importantes de estas prendas las hacen adecuadas para los deportes. En el caso de la natación, se repite esta constante: bikinis y trajes de baño se prestan para una actividad física, en este caso de tipo náutico: la natación.

Pero he aquí que sucede algo significativo: mucha gente usa estas prendas y acude a la playa o la piscina, pero no nadan, sino que toman el sol o descansan. Se observa entonces que la ropa deportiva y la ropa de playa deben tener otro rasgo compartido que las relacione, que no sea el de utilizarse para la práctica de un deporte.

Y por supuesto que existe. La ropa deportiva y la ropa de playa no se utilizan solamente para la práctica de actividades físicas, sino también para lucir estas prendas en otros lugares y ambientes. La ropa de playa, como hemos visto, se usa para descanso y la relajación en lugares como balnearios, hoteles y centros turísticos. Bikinis, trikinis, tangas o tanquinis, se usan para lucir la figura o para desarrollar actividades recreativas en la playa, que no tienen nada que ver con los deportes.

También en el caso de la ropa deportiva en general se presenta algo parecido. Actualmente basta con mirar en las principales calles de una ciudad y nos percataremos de la gran cantidad de personas que utiliza prendas deportivas como ropa de moda o de uso cotidiano: tal es el caso de los leggings, blusas, camisetas, shorts, tops, etc.

De esta manera podemos afirmar que la ropa de playa, como los trajes de baño para hombre o para mujer, y la ropa deportiva, como los pants, shorts, camisetas, etc., tienen en común su versatilidad, una capacidad para verse bien, aún en ambientes que nada tienen que ver con las actividades deportivas. La moda urbana contemporánea, por mencionar sólo una referencia, incluye mucho las prendas deportivas. Quienes asumen esta moda, dan ante los demás una imagen de frescura, alegría, dinamismo y jovialidad. Además las principales casas de moda del planeta han lanzado sus propias líneas de ropa deportiva. Son prendas de gran calidad y diseño, que se comercializan a un alto precio.

viernes, 18 de octubre de 2013

Los beneficios de la natación

La natación es uno de los deportes más completos, saludables y aconsejables que existen, puesto que, gracias a esa actividad, se movilizan todos los músculos del cuerpo. La práctica de la natación, nos permite tonificar la musculatura, especialmente en la zona pectoral y dorsal, así como también, optimizar la hidratación de la piel. En el caso de los beneficios concretos, que se obtienen de la práctica de la natación de manera regular- si se nada cotidianamente por lo menos veinte minutos-, hay que me mencionar una positiva estimulación del metabolismo, una pronunciada quema de grasa y una mejora generalizada del estado físico.

La natación se presenta así, como una estupenda dinámica aeróbica, capaz de darnos una notable resistencia cardiovascular. La natación es el deporte más recomendable para personas que tengan dolencias en la espalda, malestares en la columna o de tipo cervical, puesto que se efectúa sin la necesidad de levantar pesas y sin que se presenten movimientos demasiado bruscos. De este modo se optimizará la postura corporal y se aliviarán las tensiones. Por otra parte, las posturas que se adoptan en el agua, propician una mejor circulación de la sangre, por lo cual, la natación es recomendable especialmente para las personas que tengan complicaciones de tensión elevada. Nadar ayuda a que retorne la sangre desde las extremidades y hasta el corazón.

 Por el hecho de que se trabaja sin rebotes ni impactos bruscos, como en otros deportes, gracias a la natación- más cuando se le practica con un traje de baño o bikini conveniente-, se consigue fortalecer las articulaciones, previniendo lastimaduras, e inclusive coadyuvando a la recuperación de tales lesiones, e intervenciones quirúrgicas en tobillos y rodillas. De todas maneras, al practicar la natación es muy difícil que acontezcan lesiones, y solamente podemos padecer alguna lastimadura si la carga de trabajo es excesiva, o bien, si la técnica manejada para nadar, no es la más adecuada.

 Otro de los aspectos más interesantes de la natación es que se trata de un deporte bastante económico, puesto que en la mayoría de las grandes ciudades existen albercas públicas, para practicar este deporte náutico. El equipamiento que se necesita para ejercitarse con la natación, es un gorro, unas gafas o goggles para nadar y un traje de baño, como habíamos mencionado previamente. Por lo tanto, si se tiene alguna duda acerca de cuál debe de ser nuestro deporte predilecto, no hay más que cuestionar, sino quitarse los flotadores y lanzarse al agua y a una mejor calidad de vida.

lunes, 7 de octubre de 2013

Recomendaciones para nadar mejor

No se debe llevar la cabeza erguida cuando se practique crol. Y es que si uno hace demasiado volumen, resultará con el cuello lastimado. Por lo anterior, lo mejor es nadar con el cuello bien estirado, el agua al nivel de la mitad de la cabeza, es decir, la coronilla. La mirada debe ir de reojo y luego hacia adelante. La cara, en cambio, debe estar orientada al fondo de la alberca. Siempre debemos acabar las brazadas que demos.

Es indistinto que nademos a espalda, a crol o a mariposa: hay que estirar los brazos a los costados lo más próximos que se puedan a los pies. En un inicio el tríceps se verá sobrecargado, pero en algunos días se hará patente como este músculo aumentará en su fuerza. Cuando uno nade en estilo crol, hay que dejar el hombro perfectamente en línea con el cuerpo, especialmente cuando se haga tracción con los brazos debajo del agua. Los hombros no deben de orientarse ni hacia adelante, ni hacia atrás, para evitar la ante-pulsión y la retro-pulsión. Así dejaremos de lado cualquier riesgo de lesiones en el tendón de la cabeza más grande del bíceps.

Otra recomendación pertinente es la de dar virajes en las paredes de la piscina lo más encogido posible, para así desarrollar desplazamientos a una mayor velocidad, puesto que el agua, de esa manera, ofrecerá una resistencia menor. Hay que acelerar las manos en el interior del agua, comenzando el recorrido de la mano a una escasa velocidad, buscando percibir en ella la mayor presión que se pueda lograr y paulatinamente acelerar el movimiento hasta llegar al final de la brazada, cuando la mano debe alcanzar su velocidad máxima.

Esta última recomendación es válida sin importar el estilo que se practique y la distancia que se recorra. Para quienes sean aficionados de corazón a este deporte náutico, deben de intentar limitarse a una competición o viaje de playa relevante cada 6 meses. Es más sencillo ponerse en forma una vez cada 6 meses que intentar hacer esto durante todo el año, de una manera insuficiente. Por lo demás, de este modo el entrenamiento será más soportable.

Un consejo siempre a tomar en cuenta es utilizar la ropa de playa o de natación más conveniente de acuerdo al lugar donde uno nade. También es indispensable trabajar la velocidad siempre que sea posible, aun cuando uno sea nadador especializado en distancias largas, o practicante del triatlón, para modificar el ritmo de nuestro nado al final de las competencias y para que el sistema nervioso no se quede adormecido, se debe trabajar la velocidad. Para este último propósito recomendamos entrenar cotidianamente de 100 a 200 metros en repeticiones de 10 a 25 metros con periodos de descanso de medio minuto a los 3 minutos.