lunes, 25 de noviembre de 2013

Y QUE TE QUEMAS!

A todos nos ha pasado en alguna ocasión.  Vamos a la playa super animados para tirarnos al sol como lagartijas, creyendo que necesitaremos al menos medio día para agarrar color.   Compramos el bronceador que prácticamente es aceite de cocina y nos lo untamos por todos lados y listo, a agarrar color.

Por desgracia los planes no siempre son como lo planeamos y cuando nos damos cuenta, parecemos camarones a punto de ser servidos.  Más rojos no se podría y por supuesto, el ardor es incontrolable.


El traje de baño al menos a cubierto lo fundamental para evitar quedara expuesto al mismo o tal vez peor sufrimiento.  Tu bikini de verdad parece estuviera hecho de lijas, pues el mínimo roce te hace llorar.

De entrada tienes que quitarte del sol inmediatamente, y de preferencia no corras a bañarte en agua helada, pues el cambio de temperatura además de resecar tu piel, hará que se contraiga y podrías generar ámpulas (si es que no las tienes ya).  Quítate el traje de baño con el mayor cuidado posible y consigue un gel diseñado específicamente para quemaduras de piel, una crema cremosa que no tenga perfume o de plano si no hay nada a la mano consigue unos sobres de harina para hacer atole (en cualquier tiendita seguro lo tienen) y espárcelo por toda el área quemada.

Si las quemaduras no son tan graves,  solo mantén hidratada tu piel en todo momento, no escatimes en la cantidad  de gel o crema.   Pero si notas que el ardor no mejora o incluso sientes algún malestar, no dude en visitar a un médico.

De preferencia no cubras tu piel, pero mantente alejado de la intemperie, tu cuarto de hotel será tu mejor amigo.  Cubre lo necesario con prendas de algodón, y que no te aprieten y si te sientes con ánimo de salir por la noche, sólo cuida que tus prendas sean ligeras y suaves.  Por favor no se te ocurra salir cuando aún hay sol!!!

Si quieres evitar todo este drama, te aconsejo que desde un inicio uses protectores o bloqueadores solares, mas no bronceadores.  Además, existen infinidad de prendas que te permitirán cubrirte lo más posible del sol en exceso.  Utiliza pareos o telas suaves (si, también los hombres pueden utilizaras, y se ven geniales), sombreros, gafas con protección solar y de preferencia camisa o blusa.  Toma el sol por unos cuantos minutos al día, no es necesario que estés horas.   Ya para el tercer día de tu estancia, verás como el color comienza a aparecer y te durará mucho más que una quemada repentina.

De cualquier manera, si vas a asolearte, procura no tener bikinis o trajes de baño de telas sintéticas, por lo menos mientras te asoleas, así evitarás irritaciones.   Si no tienes opción, reduce el tiempo de bronceado.


Lo más importante es cuidar tu salud, así podrás seguir disfrutando de tus vacaciones  y lucir un bronceado increíble.

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