El deporte de la
natación ha ido aumentando en practicantes en años recientes, no solamente por
los muchos beneficios para la salud que nos ofrece, sino además, por tratarse
de una de las prácticas deportivas que se adapta de mejor manera a las
características de cada individuo y edad. Es posible hallar desde cursos para
la introducción a este deporte acuático para bebés, hasta gimnasia bajo el
agua, para personas de mayor edad, pasando por clases de preparación para
partos acuáticos o terapias especiales para personas con alguna dificultad
mental. Como puede observarse, la natación es un deporte que no tiene barreras
ni edad para ser practicado.
Ya sea que se trate de
mariposa, crol, espalda o braza, se trata de estilos que se adaptan
perfectamente a cada clase de persona y a sus requerimientos atléticos. Los
beneficios más habituales de la natación se relacionan en primer lugar, con una
mejoría de la resistencia cardiorrespiratoria, o bien una disminución de la
frecuencia cardiaca y la asociada estimulación de la circulación de la sangre.
Por ejemplo, el crol es
el estilo que más nos sirve para incrementar nuestra capacidad pulmonar. Y es
que al demandarnos una mayor cantidad de oxígeno para el cuerpo, se eleva la
producción de glóbulos rojos en el torrente sanguíneo, lo cual optimiza la
circulación del oxígeno en la sangre y purifica los pulmones. Por otra parte,
realizar unos cuantos largos diariamente, con el bikini o traje de baño que nos resulte más cómodo, mejora
ostensiblemente nuestro estado de ánimo, por su capacidad para contrarrestar el
estrés.
Por otra parte, nadar
demanda que nuestro cuerpo use más de dos tercios de los músculos que incluye
en cuerpo humano, al tonificarlos, fortalecerlos e inclusive para prevenir
lesiones en las articulaciones, las cuales aparecen, con frecuencia, por
cuestiones de edad. Es importante es este caso, que se nade en cada sesión de
entrenamiento, por lo menos unos 20 minutos.
Otro de los aspectos
más positivos de la natación, es que los niños que la practican aprenden, de
manera natural, a utilizar una postura corporal adecuada. Imposible mencionar
en tan pocos párrafos las muchas cosas positivas vinculadas a este deporte
acuático: desde corregir problemas en la espalda hasta contribuir al desarrollo
psicomotor. En este sentido, los estilos mariposa y braza, no son lo más
recomendable para quienes padecen de dolores de espalda, puesto que sus efectos
pueden ser hasta nocivo para quienes sufren de dolores lumbares.
Ahora bien, para
practicar la natación se requiere del equipo conveniente. El conjunto más
simple de prendas incluye bañador, sandalias, gorro y gafas. Sin embargo,
algunas personas deberán utilizar pinzas para las fosas nasales y tapones para
los oídos. Para ciertas prácticas bien específicas pueden ser necesarios
algunos otros complementos, como tubo de apneas, prendas elaboradas con
neopreno, palas para manejar con las manos, cronómetros y algunos otros más.
El sitio más
recomendable para practicar la natación es una alberca, puesto que se trata de
un entorno controlado, tanto en lo que se refiere a la seguridad como a la
higiene. Por lo general se puede elegir entre albercas de 25 o 50 metros. Una
piscina olímpica tiene 50 metros, aunque quizás, para quienes apenas estén
iniciándose en este deporte acuático, lo mejor es practicar en una piscina de
25 metros. Una piscina de las dimensiones que les hemos comentado permite a los
practicantes mayores lapsos para el descanso.
También es aconsejable
practicar en aguas naturales como las que nos ofrece una laguna, un río o un
lago.
En tales casos, hay que considerar que la temperatura del agua no se
encuentra climatizada, por lo cual es indispensable la utilización de prendas
de neopreno, las cuales nos ayudan a conservar una buena temperatura corporal.
Por supuesto, también es aconsejable revisar que el área natural donde se
piense practicar la natación sea segura: jamás nadar contra la corriente y
cuando existan señales de precaución, como banderas rojas, atender lo que nos
aconsejan.
De entre las prendas de
ropa y complementos más útiles para practicar la natación destacan las
sandalias, que nos ayudan a evitar hongos y otras infecciones que se presentan
en lugares con mucha humedad. De preferencia deben de ser de hule y con un
dibujo antiderrapante. El traje de baño o bikini, que en el caso de los
varones, no debe ser jamás del tipo de bermuda o muy holgados, puesto que
generan más resistencia.
Los lentes o gafas de
natación, deben de tener el tamaño correcto y estar fabricadas con materiales
adecuados. En este caso los nadadores profesionales prefieren las elaboradas
con policarbonato, puesto que son las de mayor ligereza, pero una estructura
más rígida de lo conveniente. Los principiantes en la natación prefieren
utilizar gafas de silicona y de hecho son las gafas más populares para quienes
apenas se inician en los secretos de este deporte náutico.
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