miércoles, 30 de octubre de 2013

Prevenir enfermedades en la natación recreativa

Si bien nadar es una actividad física que nos proporciona numerosos beneficios para mantenernos saludables, las albercas, pozas y otros sitios de aguas recreativas pueden ser fuentes de riesgos para el bienestar corporal y el correcto funcionamiento del organismo. Las enfermedades que se propagan a través del agua, especialmente en sitios de esparcimiento acuático, son ocasionadas en numerosos casos, por microbios que se transmiten al tragar agua polucionada, respirar partículas de este mismo líquido o por medio de aerosoles. Pero también existen riesgos de contagio en lagos, ríos, tinas de hidromasaje o el propio mar.

De la misma manera, una reciente investigación halló que las personas, con mucha frecuencia y de modo inadvertido, introducen fragmentos de heces en el agua. Esto es debido a que no usan jabón al bañarse antes de ingresar a la piscina o bien, si tienen algún problema de tipo estomacal. Contrario a lo que comúnmente se piensa, el cloro y otros desinfectantes añadidos al agua no eliminan de inmediato a los microbios. Los microorganismos presentes en la piscina se mantienen allí, durante minutos e incluso días, antes de que el cloro los desaparezca. De este modo, antes de que se erradiquen del agua, los microbios pueden provocar enfermedades gastrointestinales, neurológicas y respiratorias, en las personas que practican la natación en aguas contaminadas.

 Otras clases de problemas para la salud, que pueden derivarse de la natación recreativa, se relacionan con las lesiones por resbalones, caídas y accidentes más graves, como los ahogamientos. Con el objetivo de evitar afectaciones por microbios al practicar la natación, vamos a comentar ahora lo siguiente: hay que observar que el agua donde vayamos a nadar no tenga residuos de agentes contaminantes, por ejemplo, residuos orgánicos como los que les hemos comentado; no hay que tragar agua de la piscina y enjuagarse bien en la ducha, antes de volver a ingresar a la alberca.

 Para evitar otra clase de accidentes y lesiones al practicar la natación deportiva, conviene tomar en cuenta algunas recomendaciones adicionales. Por ejemplo, cualquier persona que ingrese al agua debe tener los suficientes conocimientos acerca de la natación para no correr el riesgo de ahogamientos; quienes vigilan a los pequeños en una alberca, deben estar capacitados plenamente en técnicas como la reanimación cardiopulmonar y también es indispensable utilizar bikinis o trajes de baño, que sean cómodos y permitan plena libertad de movimiento.

Del mismo modo, las personas que gustan de practicar el velero o la navegación en general y no son buenos para la natación, deben portar obligatoriamente, chaleco salvavidas.

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