Para el caso de realizar ejercicios en la playa, se
debe tener un objetivo bien preciso. Las condiciones particulares que tienen
los ambientes costeros, la manera en la que elevan la dificultad de ciertos
movimientos, de ciertas disciplinas atléticas en su conjunto, hacen que sea muy
provechoso practicar actividades de acondicionamiento físico en la playa. Agua,
sol, arena y aire limpio, es parte de los valores añadidos que uno recibe al
desarrollar actividades fitness en la playa.
Por ejemplo, en el caso de las personas que gustan
de correr en la playa, se puede comentar lo siguiente. Se sabe que correr en la
arena es muy diferente a correr en cualquier otra superficie. Basta con
intentar unos cuantos sprints en la playa, para que así se experimente el mayor
esfuerzo muscular que esto precisa. Dar un paseo o correr a lo largo de la
playa, durante media hora, es un ejercicio estupendo, en parte porque la
blandura que ofrece la superficie arenosa, reduce el riesgo de complicaciones
en los tendones o contracturas. Pero además, se puede combinar la carrera en la
arena con lapsos de carrera en el agua, para dinamizar la circulación sanguínea
de los pies y las piernas y además ofrecer un masaje natural a las extremidades
inferiores.
Para quienes opten por la natación, hay que comentar
que el mar es un espacio idóneo para la práctica de esta actividad. El oleaje
marino hace que el desplazamiento a nado resulte más difícil y por lo tanto,
más redituable en términos físicos. Lo mejor es comenzar con distancias cortas,
las cuales nos permitirán sentirnos seguros al nadar. Es necesario constatar
que exista cerca del sitio donde estemos nadando, un salvavidas, para así estar
fuera de todo riesgo de ser llevados por las olas.
También se puede practicar en la playa el tai chi o
el yoga, por la gran frescura que ofrece al cuerpo, al sentir la brisa marina y
la armonía interior que nos proporciona, en combinación con los sonidos
arrulladores del mar. Algunos consejos adicionales para realizar ejercicios en
la playa son por ejemplo, aprovechar las mañanas, en el periodo comprendido
entre las seis y las diez, para sentir mejor la brisa marina y evitar las
radiaciones ultravioleta de la piel; por lo anterior, es aconsejable entrenar
con una gorra, lentes de sol y bloqueador solar y finalmente, hidratarse
convenientemente, llevando una botella de agua fresca. Siguiendo estos consejos
disfrutaremos mejor de nuestras actividades fitness en la playa.
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