viernes, 6 de septiembre de 2013

Consejos de natación

Vamos a compartirles valiosos consejos para practicar la natación de manera provechosa y segura. Se trata de algunos tips para la natación, que al mismo tiempo de hacernos más redituable esta actividad física, nos garantiza pasarla en grande en el mar o en la alberca. Por ejemplo, no es correcto zambullirse apenas tras levantarse de la silla de descanso o bien, tras haber estado sudando en el gym. ¿Qué es el conveniente en este caso? Eso es lo que vamos a comentar a continuación.

Al mar ningún deportista de la natación debería sumergirse ni totalmente en frío, o demasiado en caliente. Lo anterior quiere decir que, sumergirse en el agua y emprender un crawl demasiado intenso, justo luego de haberse levantado de la arena, mareado de sol y de haber permanecido inmóvil durante mucho tiempo, es una decisión que va en contra de las más básicas prácticas deportivas. Y es que todo deporte o actividad atlética, precisa de un calentamiento previo mínimo.

Estado en reposo el organismo tiene un funcionamiento bien preciso, en cambio en la acción los esfuerzos llevados a cabo son más intensos. Por este motivo debemos darle tiempo a los bronquios de abrirse convenientemente y al corazón de incrementar el ritmo cardíaco de manera paulatina. Por lo que se refiere a los músculos y las articulaciones, antes de sumergirnos en la alberca o en el mar con el bikini de nuestra preferencia, hay que darles tiempo de adaptarse al agua, para así evitar cualquier clase de lesión.

Por lo tanto, hay que meterse al agua, solo después de haber destinado algunos minutos de ejercicios orientados a la activación del organismo, y especialmente de las articulaciones que más se trabajan en la natación. Son muy recomendables varias posturas propias del estiramiento muscular (también conocido como stretching). También para el asunto de sumergirse, hay que seguir ciertas precauciones. De entrada no es adecuado zambullirse en el agua, tras una desenfrenada carrera. Hay que sumergirse despacio, permitiendo que el cuerpo pueda acostumbrarse a la diferencia de temperatura que se presenta, y mojando después la cabeza, con el objetivo de alertar a los centros de temperatura corporal que incluye el cuerpo, del inminente cambio.

Nada de lanzarse al agua de “clavado”, sino más bien, comenzar con algunas brazadas, para luego practicar el estilo libre, y si se tiene oportunidad, el estilo delfín, dejando para la parte final del entrenamiento, el nado de espalda.



No hay comentarios:

Publicar un comentario